Parecía todo tan simple, solo se
trataba de amar. El problema aparecía cuando intentaban a explicar y
tratar de entender lo que significaba amar. No era cuestión de un
sentimiento agradable o apasionado sino la conexión que permanecía
cuando otras cosas parecían haberse roto. Era la mirada que era
capaz de mirar hacia delate sin miedo y no solo recordar un pasado
con reproche. Amar era lo que quedaba cuando todas las palabras se
callaban y los brazos no alcanzaban un abrazo, ni los labios un beso.
Era lo que entra y sale del cuerpo con cada respiración sin ser
nombrado pero tampoco es necesario que se le ponga nombre porque se
siente con todo el ser. No es clandestino pero tampoco se anda
pregonando porque se sigue viviendo. Algo que no tiene los mismos
límites que tiene la vida. El amor dura mucho más. Aunque alguien
desaparece de nuestros ojos no desaparece el amor. Es a veces tan
complicado porque cargamos un cuerpo que no obedece, que pesa, se
cansa, enferma, desea y sufre. Amor es más que este cuerpo, aunque
está en el cuerpo. Se vive aunque todo alrededor mure y pasa. Está
en palabras y silencios, está en todo.
Feliz viernes de amor.

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