A veces discutían mucho porque
él quería al final de cada una de sus preguntas encontrar una
respuesta. Ella decía que las cosas no son tan sencillas que muchas
preguntas se quedan sin respuestas, y que algunas respuestas antes de
decir hay que sentirlas. Que en algunas situaciones un suspiro, una
mirada, un silencio o una caricia pueden ser la única respuesta
válida y que las palabras resultan torpes frente a todo eso.
Demasiadas palabras hacen confundir y uno tiene la sensación que con
tanto ruido el silencio queda vacío. Que se usa tantas porque se
tiene miedo de lo que se puede sentir cuando falten. Ponte muchas
preguntas pero no esperes solo palabras mira atentamente siente como
la vida te da respuestas que necesitas.
Feliz domingo de respuestas.

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