No era la primea vez que
reaccionaba así. Después de cada explosión de coraje enojo, se
sentía mal, pero tampoco era capaz de controlarlo. Las palabras ya
eran dichas y cualquier intento de razonamiento fue rechazado. Algo
propio de las emociones es que se sienten, no se piensan. Hay ciertas
cosas, ciertas situaciones que las hacen brotar, sentirse a flor de
piel. También hay ciertas cosas que dificultan su manejo, su
control; el cansancio, tensión prolongada, estrés. Nos sentimos
como globos inflados, cualquier chispa los pude hacer explotar.
Sabemos que la reacción es exagerada comparando con la causa, pero
ahí está ardiendo por dentro. Si sientes muy repetitivas las
reacciones de enojo revisa el estado de tus emociones y la calidad
de tu descanso. Es la mejor señal de que algo te está pasando. No
tiene que ser malo pero es bueno ser consciente de eso.
Feliz sábado de reacciones.

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