En
los
“Cien
años de soledad” de Gabriel García Márquez aparece la frase que
me cautivó hace años: «El mundo era tan reciente que muchas cosas
carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con
el dedo». Creo que la situación que vivimos en estos días nos
lleva a las mismas realidades. Hay muchas cosas que vivimos,
sentimos, que nos pasan en estos días, que aún carecen de nombres,
que tratamos de descubrir, describir, señalar y nombrar. Sentimos la
imperiosa necesidad de encontrar a las palabras adecuadas, que las
describan, intenten a identificar, ubicar su preciso lugar, nuestra
actitud hacia ellas, lo que nos hacen sentir. Tiempo mágico, aunque
tan difícil de aprender a nombrar las cosas que vivimos, que nos
pasan. Nos damos cuenta que las casa están preparadas para dormir en
ellas, pero no para vivir en ellas, que nuestras relaciones tienen
muchas más dimensiones que se mantenían escondidas. A veces tenemos
poco espacio en nuestras casas y también poco espacio en nuestros
corazones. Las limitaciones de espacio vital ponen a prueba nuestra
creatividad y nuestra imaginación. Supimos mucho de teorías ahora
es el tiempo de prácticas. Aprendemos a señalar y nombrar lo que
vivimos. No tuvimos tiempo y ahora el tiempo nos tiene a nosotros,
podemos hacer muchos descubrimientos. Dando nombre a las cosas, a los
sentimientos. Podemos llamarlas para que se queden entre nosotros o
pedir que se alejen de nosotros. Esta situación, este mundo es tan
reciente tan nuevo que todo está delante de nosotros.
#yomequedoencasa
#quedateencasa
#epytanderogape
#KitJilkonTaKima
#stayathome
#zostanwdomu
#restealamaison
Feliz
miércoles de nombrar las cosas.

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