En pocos días he pisado diferentes suelos y me he hospedado en
diferentes casas. Cada de ellas acogedora. Me he sentido bien en
ellas, muy bien recibido. El viaje de regreso llegó a su fin, pues
escribo estas palabras sentado en “mi casa”. Un concepto, que es
difícil de definir y fácil de sentir. En mi casa sé trabajar y
descansar, estar alegre y triste, muy ocupado y muy aburrido, sin
sentirme extraño, sin molestar a nadie. Hacemos muchos círculos en
la vida, damos muchas vueltas. Es bueno, cuando se terminan en la
casa, donde no nos sentimos extraños, ni fuera de lugar. Donde nos
cobija el techo y el cariño.
Feliz Domingo en casa.

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