jueves, 23 de abril de 2015

Asombros cotidianos

Judith no era muy extrovertida, y a veces hasta le costaba expresar a los demás lo que sentía. Pero cada mañana, cada día, frente a la naturaleza que la rodeaba, expresaba su admiración, su asombro. Era esta capacidad de asombro, que la mantenía realmente joven, capaz de vivir cosas nuevas cada día de su vida. No caía en la rutina, aburrimiento o amargura de alguien, que dice, que ya lo sabe todo. Cada instante de nuestras vidas trae cosas nuevas que esperan ser descubiertas, causantes de asombro, que nos mueve adelante hacia la novedad de cada día. Nos permite amanecer con siempre renovada ilusión aprendiendo cosas nuevas.

Feliz jueves de asombro y admiración.

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