martes, 14 de abril de 2015

Sin callar

Los que intentaban fracasaban en el intento. Les cortaba sin dejarles expresar lo que sentían, pensaban, opinaban. No escuchaba incluso amenazaba. A todos molesto repetía la misma frase: “A mí nadie me va a decir...” y no era necesario decirle para que sepa… su voz interior se lo decía, le reclamaba, y a esa voz no la podía callar, como callaba a otras voces con tanta prepotencia. Ni los chistes, ni las risas a carcajadas, ayudaban esconder lo evidente. Era muy inseguro y competía toda su vida con los demás. No quería que descubran sus miedos, que no le pregunten, que no le hagan sombra. Algunas veces lo que no te dicen los demás te lo dice tu propia conciencia. No tengas miedo de escuchar tu propia voz, aunque te puede incomodar.

Feliz martes de no callar las voces.

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