La vida de Cristina fue marcada por el cansancio. Un estado
crónico, que le acompañaba desde hace un tiempo. Todo porque ella
decidió perseguir la felicidad. Atenta a lo que decía la gente,
enseguida se movilizaba y corría a lugar señalado, donde según
ellos había la felicidad, donde la vio o sintió alguien. Cuando
Cristina llegaba y si se instalaba en el nuevo lugar, éste en nada
era diferente a todos los lugares recorridos. No creía posible que
aquí puede estar la felicidad. Si está seguro muy escondida solo
para expertos. Derrotada y desanimada regresaba de su viaje, sin la
conquista tan esperada. Al lado de su sillón en la sombra de un
árbol, estaba la felicidad aunque ella no la veía todavía, mirando
siempre lejos, no tuvo tiempo a mirar cerca, donde estaba todo lo que
buscaba.
Feliz Jueves de mirar cerca.

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