Blanca desde que alcanza su memoria, tenía la gran atracción por
las alturas. Bueno tal vez decir alturas, es decir demasiado,
simplemente le gustaba subir a todo lo que estaba más alto que ella.
Cuando la preguntaban ¿por qué? Decía, que desde arriba las cosas
se ven diferentes. Respuesta bastante sencilla y obvia. Sus subidas y
bajadas la enseñaron algo simple, pero muy importante, que le sirve
hasta ahora en su vida. Siempre hay algo detrás de una pared, un
muro, cercado, y el camino no se termina donde ya no alcanza nuestra
vista, siempre va más allá. Si las paredes, muros y cercados, como
los problemas nos limitan estando abajo, esconden las cosas que están
más lejos, así subiendo un poco, nos damos cuenta que podemos
avanzar. Que no hay más limites que los que nosotros nos pondremos.
No todo nos conviene y no siempre hay que avanzar. A veces mejor
parar y disfrutar del momento. Lo que desde un nivel parece enorme e
insuperable, desde otro parece diminuto y alcanzable. Levanta tu
espíritu y decide por done caminar.
Feliz viernes de subidas.

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