Su carácter no le ayudaba ni un poco. Era demasiado
acelerada e inquieta. Se ha cansó con todo el rosario de pequeños y grandes
malentendidos que tuvo con las personas que más quería y apreciaba aunque
muchas veces no sabía como expresárselos. Ya le habían dicho que a veces en la
vida para ver más es mejor cerrar los ojos, y para escuchar más es mejor quedar
en silencio. Incluso para convencer a alguien no es necesario usar muchas
palabras que a veces bastan unos silencios bien empleados. Nos hemos acostumbrado
demasiado buscar afuera y casi no acudimos a toda la riqueza que llevamos
encerrada dentro. Ahí normalmente está la fuente de la paz y de la calma cuando
las cosas se agitan demasiado. Tenemos grabadas las imágenes de los lugares más
importantes de nuestra historia de la vida a donde hace falta regresar para
entender mejor el por qué de las cosas. Lo que pasa que con el tiempo todo se
cubre con una pequeña capa de problemas y muchas veces nos quedamos viendo los
problemas y no lo que está debajo de ellos. Los sentimientos emociones y
decisiones que nos llevaron a este lugar en la vida. Por eso de vez en cuando
mira y escucha adentro para descubrir lo que está debajo de la capa que hoy
parece impenetrable y es la más visible. Pero tu vida no es solo eso que se ve
por fuera, sino también lo que está por dentro.
Feliz jueves de mirar y escuchar lo que está
dentro.

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