Si
algo tenían claro era que de vez en cuando hay que encontrarse sin
grandes pretextos ni propósitos. Simplemente quería ocupar el mismo
espacio regalándose el tiempo. Lo más valioso que cada uno tenía
lo único que perdido no se podía recuperar. Las otras cosas surgían
solas a calor de encuentro creciendo como la masa que se deja en
reposo para que tome volumen. La sabiduría decía que lo que no das
pierdes. El agua no se bebe a si misma. La luz no se ilumina a si
misma. Todo que tenemos es de otros y nos une a otros. La amistad
cerrada se asfixia cuando se comparte tiene todas las posibilidades
de crecer. Aprovecha este tiempo tan especial para abrir un poco más
a tu corazón ventilar más las relaciones para que entre el aire
fresco del encuentro.
Feliz
domingo de encuentro.

No hay comentarios:
Publicar un comentario