lunes, 3 de diciembre de 2018

Para ver mejor

En las calles empezaba el bullicio de los preparativos para las fiestas. Ella se sentía cansada y agobiada. A veces cerraba los ojos y cerrando los ojos podía ver más. Tal vez no en cantidad sino en calidad. Es que cerrando los ojos no veía lo que estaba fuera y la enceguecía, pero en su lugar podía ver lo que llevaba dentro, lo que para ella si era importante. Lo que tantas veces queda opacado por tantas cosas desde fuera y como puede pasar desapercibido, no es debidamente atendido. No quería que la fiebre de los preparativos la haga más ciega e insensible. La fiesta la soñaba vivir despierta compartiendo con sus seres queridos y viendo lo que realmente importa lo que da sabor a su familia.
Feliz lunes de cerrar los ojos y ver.

No hay comentarios:

Publicar un comentario