Amaneció
con mucha niebla. Casi no se veía el mundo. Solo unos metros
alrededor. A pesar de eso nadie de los que vivimos en este lugar
dudamos que exista algo más detrás de la pared de la niebla. Que la
niebla esconde los paisajes a los que tanto nos hemos acostumbrado y
a los que solemos ver cada mañana cuando no hay niebla. La niebla
que cae cubre nuestras vidas como problemas que impiden ver más
allá. Vemos niebla así como vemos el problema. Es lo único
visible, pero no es lo único que existe. Con la niebla es fácil de
entender, con los problemas, un poco más difícil. Suelen tener la
capacidad de expandirse y cubrir todo el horizonte. Cuando llegan y
no te dejan a ver nada no pierdas la calma, espera hasta que tu vista
se acostumbre y empiece a distinguir cosas y ver el camino antes
oculto conforme vayas avanzando. Más allá de lo que puedes ver
ahora, está la felicidad y están las soluciones.
Feliz
viernes de niebla.

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