Estos
días muchos recuerdos que traen muchos recuerdos. Algunos nos
remontan a nuestra infancia, otros a cosas que hemos vivido y que nos
marcaron para toda la vida. En mis sueños que siempre confío que se
volverán realidad regresé a Tanlajás a las posadas. Recuerdo
aquellos días mágicos en los que salíamos de la iglesia con una
vela encendida en la mano, dirigiéndonos a una de las casas a veces
más cercana a veces más distante cada día en diferente parte del
pueblo esperando cantar el famoso dialogo de las posadas. Luego
atole, galletas, dulces y risas y conversaciones y bromas en el
camino de regreso a la casa. Parece algo sencillo pero fue
irrepetible. Cada año diferente. Los que participaban iban creciendo
y a veces iban partiendo. La Navidad permite a regresar un poco a
todo eso llenar el corazón de alegría los ojos de emoción. Todos
tenemos algo en el pasado que puede encender las chispas y
desgraciadamente a veces también algo que lo puede apagar. Cuida tus
mejores recuerdos y permita que se encienda la ilusión.
Feliz
sábado de recuerdos e ilusión.

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