Su vida estaba llena de sueños. No es que
no le gustaba el mundo en el que ha vivido. Todo lo contrario le ha encantado.
Solo que ella miraba más allá de lo que había buscando siempre la potencialidad
escondida, la posibilidad de sacarle más jugo, más sabor a las cosas. Ver lo
que era perfectible, no se contentaba con lo servido y prefabricado. Sabía que
en sus manos estaba el poder de construir algo mejor. Para que eso se haga
realidad necesitaba más soñadores como ella. Los tenía que encontrar. Una vez encontrados
compartir los sueños para iniciar la transformación. Como dijo sabiamente don
Hélder Câmara "Cuando sueñas solo, sólo es un sueño; cuando sueñas
con otros, es el comienzo de la realidad". Nunca estamos solos, lo que
pasa que con demasiada frecuencia estamos callados y por eso renunciamos sueños
pensando que son imposibles. Sueña en la comunidad.
Feliz domingo de sueños
compartidos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario