Los Padres
de Sofi siempre se querían adelantar a las necesidades de su hija.
Que no le falte nada, que no tenga una infancia llena de carencias
como la tenían ellos. Cada vez que su hija estiraba sus brazos para
pedir algo, no esperaban para escuchar sus pequeñas e infantiles
explicaciones. Se adelantaban dándole un nuevo juguete, un nuevo
regalo. Les preocupaba un poco la falta de entusiasmo en los ojos de
su hija al recibir un nuevo juguete. Lo justificaban diciendo que ya
se acostumbró a recibir y que ya tenía muchos... Cuando creció y
empezó decir: “Quiero”... pensaban que sería bueno darle algo
de dinero. Hasta que llegó un día, en que su hija se adelantó, y
con lágrimas en los ojos dijo: “Quiero decir, que no quiero
juguetes, ni dinero, casi nunca los quise. Lo único que quiero es
un abrazo y quiero decirles que les amo”.
Feliz Lunes
de escuchar hasta el final.
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