lunes, 30 de junio de 2014

Delgada línea

El gran problema de Marciana era muy especial. Se le borraba la delgada línea entre ser y sentir. Muchas veces no sabía si al sentir algo ya era o todavía no. Le costaba mucho percibir la diferencia. Trazar una invisible línea entre los sueños y la realidad. No para separar, sino para no confundir. Sentía mucha tensión, cuando escuchaba a otros opiniones sobre ella. Ni era como decían, ni se sentía así. A veces sentía la tentación o necesidad de demostrar algo a alguien. Luego renunció eso y decidió aclarase ella misma. Saber con la claridad, hasta donde pueda lograrlo, ¿cómo es?, ¿cómo se siente?, ¿qué es? y ¿qué le gustaría que fuese? Mucho trabajo para toda la vida, pero merece la pena hacerlo, para vivir en la claridad.



Feliz Lunes de Claridades.



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