Juanita este
día se despertó un poco más temprano que de costumbre. Dejó en su
almohada, sus últimas lágrimas de la vida de ayer, de la vida de
antes. Al levantarse quiso correr al espejo, para ver su nuevo yo,
para conocerse de nuevo, pero decidió bañarse primero. Una buena
ducha de esperanza siempre relaja, ayuda. Quiso que el agua se lleve
sus últimos miedos, temores. Ya bien bañadita, se fue al encuentro
de su nueva vida. Un vida bien hecha a su medida, sin tantas
apariencias, ni adornos. Mirando delante sonreía porque en frente de
ella tenía tantas cosas que el maquillaje de la vieja vida no le
permitía ver. Date tiempo para conocerte de nuevo. No pienses en lo
que perdiste, sino piensa lo que tienes por ganar.
Feliz Sábado
de Encuentros con mi yo.
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