No es la primera vez, que la
plancha me espera. La ropa amontonada, desanima completamente.
Después de tomar la decisión de iniciar. Planchando una cosa a la
vez. Pieza tras pieza disminuye la montaña. Una vez planchado todo,
uno ve, que a la hora de la verdad, no fue tanto. La ropa ordenada y
bien doblada, ya no ocupa tanto espacio. Lo mismo pasa con los
problemas. Mezclados todos, ocupan mucho espacio en nuestra cabeza y
nuestro corazón. Solucionados, uno por uno desaparecen. El problema
consiste en mezclar todo. Se puede planchar, si la plancha tiene
temperatura adecuada. Se solucionan lo problemas si uno tiene
actitudes, convicciones adecuadas.
Feliz Viernes de hacer una cosa
a la vez.
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