Le parecía
que la alegría, era el lujo de los inconscientes. Que la gente de
bien, la gente consciente y preocupada, no puede andar alegre. Pues
para él andar alegre, significaba tomarse las cosas a la ligera. Hay
tantos problemas en el mundo, que uno no puede andar con cara de
fiesta. No pasaba por su cabeza, mucho menos por su corazón, que la
seriedad endurece y tensa, haciendo más pesados y difíciles todos
los problemas. Mientras que la alegría, ablanda, relaja a todos los
corazones y permite, que fluya: la paz, el amor y las soluciones.
Feliz Jueves
abrir las puertas a la alegría.
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