Se consideraba una persona bastante
miedosa y muy insegura. Lo que para otros era normal y casi natural
para ella era tarea complicada. Los años de práctica le permitían
esconder muchos de sus sentimientos bajo una capa de bromas y
carcajadas. A pesar de todo eso en su vida avanzaba, alcanzando cosas
que tiempo atrás parecían inalcanzables para ella. Toda su vida
sentía que había algo que la empujaba, sobre todo cuando estaba con
la gente que quería tanto. Entre ellos y con ellos había un buen
Espíritu. Suficiente fuerza, soplo, viento, luz, creatividad para
sentirse fuerte y avanzar, venciendo cada uno de los pequeños y
grandes obstáculos. Si no le pones resistencia a este Espíritu
llegaras a buen puerto.
Feliz domingo de Pentecostés.

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