No entendía por que la gente complica
tanto las cosas tan sencillas. En vez de asegurarse si han entendido
bien lo que se les había dicho empiezan a buscar mensajes ocultos en
frases sencillas. Sus diálogos e intentos de comunicación se llenan
de suposiciones e interpretaciones. Lo que a la primera vista parecía
claro y obvio se trituraba con la piedra de la sospecha para ver si
no lleva en si nada escondido. La sinceridad para ellos era un
camuflaje para estrategias secretas que tenían algún desconocido
objetivo. Nuestras vidas y comunicaciones llegaron a un grado de
sofisticación que ya nada era lo que parecía. Trata de romper estos
esquemas. Pregunta cuando no entiendes o no sabes. Busca explicación
en vez de interpretación y deja siempre un margen para bondad aunque
lo tachen de ingenuidad. Tampoco somos tan malos y perversos como nos
pintan.
Feliz viernes sin interpretaciones.

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