A veces le costaba levantarse por la
mañana, hacía un esfuerzo porque no quería pasar la vida dormida.
Se levantaba su cuerpo se despertaba su hambre, sus ganas de ver a su
gente y entablar con ellos una conversación. Se despertaba lo que
era indispensable para que pueda funcionar bien, pero mucho de ella,
tal vez demasiado se quedaba dormido. No todo se despertaba a la
misma hora, ni con las mismas ganas. Llegaba a necesitar de sus
sueños, de su entusiasmo, pero no llegaban a la hora porque estaban
dormidos. Los reproches y los lamentos, madrugaban más, que la
confianza y la seguridad y siempre acudían a la cita. Lo negativo
duerme menos que lo positivo que parece que necesita más cargarse de
energía. Trata de despertar la energía positiva los buenos
pensamientos y actitudes, antes de que se despierte y haga activo
todo lo negativo. Despertar tu cuerpo y levantarse de la cama no es
suficiente para vivir plenamente.
Feliz viernes de despertar.

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