Las palabras le salían con la
dificultad, con frecuencia mezclados con demasiados sentimientos.
Todo parecía jugarse entre acción y reacción. Como una pelota que
rebota, rebotaban las palabras. No había mucho espacio para el
silencio y las palabras que traen reflexión, que cuestionan y
expresan pensamientos. Las que aparecían eran como parte de ataque y
contraataque. Se tenía la sensación que ni los escuchaban bien
ocupados en preparar sus estrategias. Aunque es muy importante hablar
con sentimientos y sobre sentimientos, a veces es bueno revisar si en
nuestras comunicaciones no reaccionamos demasiado fuerte. Si los
sentimientos que ponemos no son percibidos por los que nos escuchan
como ataque o nuestras respuestas no son un contraataque. Perdiendo
la calma muchas veces perdemos la lógica y la razón. Se esfuma la
fuerza de los argumentos cuando suben los decibeles de nuestra voz.
Busca las palabras que te cuestionan e invitan a la reflexión dando
tiempo de descanso a las emociones.
Feliz viernes de palabras libres de
muchas emociones.

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