El abuelo se levantaba temprano.
Después de su aseo se sentaba cómodamente mirando el horizonte en
donde las primeras luces daban forma a las cosas. La veía confusas
al principio más nítidas después para al final verlas en todo su
esplendor bien iluminadas con la luz fresca del amanecer. Todo en
orden y sin prisa tomándose su tiempo según el día y el mes
durante el año. Decía que aprendió de eso momentos mucho. Ya no
vive con tanta ansiedad aceptando cada uno de los momentos así como
se da en su tiempo y orden. Que es importante saber observar y
esperar. Cuando se pone atención con una buena dosis de paciencia se
empieza a percibir los cambios por muy pequeños que sean que pasan
desapercibidos para los que no tiene un ojo entrenado. También decía
que cuando se descansa bien durante la noche todo resulta más fácil
y mucho mejor por la mañana. Es que en la naturaleza y en la vida
cada cosa tiene su tiempo y su proceso. Es bueno aprender a
respetarlo y observarlo.
Feliz viernes de buen amanecer.

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