Hay gente que en cualquier
situación de la vida que amenaza su anonimato tratan de huir.
Esconderse. Son atrevidos y generosos en expresar sus opiniones y
críticas desde la comodidad y seguridad que les da el velo de
anonimato. A veces se parecen a los atracadores que cubren sus caras
para no ser reconocidos. Cuando se necesita su presencia y su
compromiso, en mejor caso se puede ver su espalda que borra en el
horizonte. Tan sigilosos que hasta parecen inocentes. Por muy duras
que parecen las circunstancias no huyas de ti ni de nadie. Si lo
haces la primera vez lo harás el resto de tu vida. Si ya lo hiciste
detente da la vuelta y enfrenta la realidad. Así podrás mirar la
vida de frente y verás que a pesar de lo que te parecía y de lo que
pensabas y asegurabas no estás sola/o.
Feliz viernes sin huidas.

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