En esta mañana fresca del sur se
aprecia y saborea un buen mate al amanecer. Claro en otros lugares
pasará lo mismo con un café o un té. Lo que importa es darse
tiempo de tomarlo despacito,
sin prisa a dos tiempos uno para pensar y otro para seguir pensando,
tejiendo con los hilos de
silencios y palabras, las primeras conversaciones del día. Las que
son suaves las que cobijan y reciben, acogen, lo que el nuevo día,
lo que la vida nos trae. En ellas se evita tensiones, se evita prisas
porque por delante queda todo el día. En estos primeros momentos del
día que parecen tan informales, tan familiares se toma una de las
más importantes decisiones del día, la que va a afectar todo lo que
haremos a lo largo del día. ¿Cómo voy a vivir este día?
¿agradecido, o molesto, quejándose de todo, viendo lo que es bueno
y positivo o fijándome en lo malo lo negativo, tratando de encontrar
lo que a pesar de todo nos une o subrayando lo que nos diferencia y
separa? ¿Buscando
motivaciones para seguir adelante con nuestros compromisos y
proyectos o desanimándose y abandonando las ilusiones y sueños?
Todo eso entre sorbos miradas silencios y palabras. Cada amanecer nos
invita a la felicidad, a la esperanza, al amor, a pesar de todo lo
imperfecto que es nuestra vida, nuestro mundo.
Felicidades para todas las Madres
paraguayas en su día.
Feliz martes de buenas decisiones
por la mañana.

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