lunes, 12 de mayo de 2014

Abrazando

Sus brazos siempre eran más claros en sus expresiones que sus palabras. Cuando tenía que hablar, sentía, que se le traba la lengua y sus palabras quedaban muy cortas, comparando con lo que sentía su corazón. Por suerte tenía estos brazos, fuertes pero no duros. Cuando abrazaba, decía todo, su alma se le salía por los brazos y envolvía con su cariño a los que quería, a los que amaba. Después de un abrazo así, se riman los corazones y sobran las palabras. Da un abrazo a la vida, a la felicidad, a los que aprecias, hazlo hoy, cuando puedes llenar tus brazos de cariño. Mañana alguien puede faltar a la cita. No esperes.



Feliz Lunes de abrazos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario