Mi
rutina como plancha, quita todas las arrugas de sorpresa. Todo queda
bien plano, muy liso. Las horas, los días, se deslizan sin ninguna
resistencia, no los detiene nada, ni nada los diferencia. En días
lisos, uno extraña, la inesperada y desafiante felicidad, que saca
de la monotonía de las horas iguales. Que tu inevitable rutina
diaria, marque el ritmo de la vida, pero que nunca se convierta en la
música de tu existencia. Tú con tu propia felicidad, toca los
acordes de la alegría y plenitud.
Feliz
Miércoles de buscar sonidos de la Felicidad.
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