Tenía mucho temor a equivocarse. La perseguían los malos
recuerdos de castigos de la infancia y bajas calificaciones del
tiempo de la escuela. A lo largo de los años se ha esforzado mucho
para evitar las equivocaciones y errores. En este afán de le
corrección se fue demasiado lejos. Para no equivocarse dejaba de
hacer muchas cosas, que según ella, podrían ser riesgosas. Ignoraba
que uno no solo se equivoca cuando hace algo incorrecto o
incorrectamente, sino que también se equivoca cuando no hace. No
haciendo cometía más equivocaciones y errores que haciendo. Las
equivocaciones forman parte de tu vida. Es bueno intentar no
cometerlas, pero es imposible evitarlas totalmente. Mejor es
equivocarse haciendo algo y aprendiendo después de revisar todo el
proceso, que quedarse paralizado por miedo, no hacer y no aprender
nada. Lánzate a la aventura de vivir con suficiente valor para
arriesgarte y suficiente humildad para corregir algo al equivocarte.
Feliz jueves de valor.

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