sábado, 14 de noviembre de 2015

Sin promesas

No entendía muy bien porque sus “ese fue la última vez que lo hice” se repetían con tanta frecuencia. El nuevo se sobreponía encima del anterior e igual no tenía, ni fuerza, ni efecto. Seguía haciendo lo que supuestamente iba a dejar de hacer, hace ya tanto tiempo. Era la falta de voluntad, pero no solo eso. Muchas veces prometía lo que sentía que debería prometer pero no lo que realmente sentía que era importante de dejar. No dimensionaba el daño que hace y sobre todo que se hace a si mismo, siendo esclavo de sus círculos viciosos, de sus promesas que iban a impresionar y en vez de eso dejaban el malestar de la mentira repetida, de la promesa falsa, hecha con palabras vacías. Revisa lo que necesitas cambiar dejar de hacer. Y cambia deja no para otros sino para Ti. Sin mucho bombo y platillo, sin promesas y juramentos, así de simple.



Feliz sábado sin promesas falsas.

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