Eran muchos
los encuentros que ha tenido Rocío en este año que se termina.
Algunos agradables, otros no tanto. Incluso una que otra vez pudo
encontrarse con ella misma. Cada encuentro ponía a prueba todo lo
que ella pensaba, creía y suponía de si misma y de los demás. Hubo
sorpresas, que iban más a allá de una simple confirmación de que
si algo era verdadero o falso. Pudo comprobar lo cambiante que puede
ser uno, conforme cambian sus realidades y circunstancias. Y eso no
era nada malo en algunos casos, porque siempre sabían mantener sus
principios y el sello de su identidad en todo lo que vivían y
hacían. En otros casos la vida comprobaba lo inestables e inseguros
que eran, no se adecuaban a las circunstancias, sino que se dejaban
arrastrar por ellas, perdiendo totalmente su rumbo y su sello
personal. Casi todos los encuentros permitían un intercambio. Pudo
ofrecer algo y recibir algo, enriqueciendo su mundo y si vida. Tal
vez una de las cosas más valiosas era la capacidad que tenían estos
encuentros, con frecuencia imprevistos de sacar a la luz los talentos
que uno tenía y muchas veces ignoraba, y pulir los ya descubiertos
en otros encuentros. Aprovecha este fin de año para hacer un balance
de tus encuentros y lánzate a la aventura de nuevos encuentros en el
Año Nuevo.
Feliz jueves
de encuentros. Feliz y Bendecido Año Nuevo para Tod@s.