En esta
Navidad las mejores luces se puede ver en los ojos de los familiares
y amigos que visitan la casa los que te hablan te miran y te dan sus
mejores felicitaciones y deseos. Algo que aun permite mantener la
esperanza viva. Que se pueden reciclar muchas cosas en la vida y
renacer la esperanza y el amor regados con un poco de paciencia y
ternura, así como la Ravenala (Árbol del viajero) de nuestro
jardín. Plantada con ilusión y esperanza, pero al parecer
imposible de salvar. Todos los esfuerzos para mantenerla viva
parecían inútiles al grado que abandonamos la esperanza. Cuando
menos lo esperamos apareció un retoño. El potencial escondido brotó
de nuevo ganando la batalla al pesimismo. No desistas tan fácilmente
espera un poco.
Feliz sábado
de esperanza.

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