jueves, 3 de diciembre de 2015

La verruga del rencor

Antes era muy atractiva, toda la ropa y toda la conversación le quedaba bien. Hasta que le apareció esta horrible verruga del rencor. Al principio nadie percibía su existencia, parecía un insignificante granito que se puede curar y hacer desaparecer con facilidad. Ella sin embargo, lo estaba rasgando, tocando cada rato, haciendo que la infección inicial y puntual se extienda más y más afectando todo el organismo, todas las conversaciones. No importa que tema se ponían encima, tarde o temprano se hacía visible esta verruga del rencor. Regresaba en cada conversación se aferraba a cada palabra. Cura a tiempo las pequeñas infecciones que siempre parecen en las relaciones de pareja, familia y entre amigos. No esperes que infecten todo. No te dediques a tocar cada rato estos problemas olvidando todo el resto que se mantiene sano. A veces es mucho más grave la percepción de un problema que el problema mismo. Lo que pensamos que es y lo que es de verdad. Que la percepción de la realidad no se convierta en la misma realidad.

Feliz jueves sin verrugas del rencor.

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