Patricia se
sentó para hacer las cuentas del año que ya se iba. Se encontró
con un dilema, eran tantas las cosas que ha vivido, que parecía
imposible contabilizar todo, sobre todo si no se agrupan y separan
algunas cosas. También tuvo que aclarase a si misma que es lo que
quiere contar. Porque de lo que contamos depende la imagen de la vida
que nos creamos. Como todos, ha vivido cosas hermosas y cosas
difíciles, ha tenido ganancias y pérdidas, encuentros y
separaciones, bienvenidas y despedidas. Si contabilizaba una de estas
cosas, tenía que recordar que existía la otra, como si fuera un
contrapeso que equilibra las cosas de la vida. Si olvida lo que va a
tener una imagen de mundo y de su vida, de su realidad totalmente
distorsionada. Aunque solemos ver solo una parte de nuestra realidad
en muchos casos la negativa, no podemos ignorar tantas cosas hermosas
diferentes que forman parte de cuadro completo. La felicidad nunca
está ausente aunque no siempre es muy visible. Hay que darse tiempo
de descubrir y describirla. Si haces cuentas de lo que has vivido,
mira todo, nombra, agrupa, describe y cuenta.
Feliz
miércoles de las cuentas.

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