miércoles, 6 de diciembre de 2017

Lo que uno llega a extrañar...

Llegó el diciembre en este año tan diferente para mí. Pasé de un extremo para el otro, de verano de Paraguay a invierno de España. Con el paso de tiempo uno se da cuenta cuantas cosas se extrañan. Que se extrañan las personas y los encuentros, las conversaciones y las risas es indiscutible. Se extraña paisajes, sabores, colores, aromas. Luego de repente como un rayo del sol vienen los recuerdos de un terere en la sombre sintiendo la brisa de la tarde un aroma y sabor de unas naranjas, mangos, mandarinas y una piña cortada a mitad y comida como sandía con una cuchara. Los experimentos en la cocina los jugos recién hechos y las mermeladas apenas inventadas. Hasta los malos caminos se extrañan porque al transitarlos tantas veces uno aprendía de memoria cada bache cada peligro. Y eso que apenas estoy descubriendo que se extraña y cuanto se extraña. Y a la lista paraguaya sampedrana podría unir la mexicana huasteca para dar el cuadro completo. Eso ayuda valorar apreciar y ser agradecido por la oportunidad de estar ahí conociendo a las personas y disfrutando de las cosas. Solo quise decir que se extraña mucho…

Feliz miércoles de extrañar.

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