Estar juntos es más que ocupar el mismo
espacio y vivir bajo el mismo techo. Es mucho más que dormir en la
misma cama y sentarse a la misma mesa. Implica los cuerpos, pero
también las miradas, las palabras y los silencios. Estar juntos es
saber mirar el horizonte sin otro comentario que el suspiro, sin otro
ruido que el del parpadeo de los ojos. Estar juntos de verdad es
saber entender que mirando lo mismo vemos diferentes cosas, que
callando lo mismo callamos diferentes palabras, por eso a cierta
edad, son tan apasionadas las conversaciones del silencio, y tan
innecesarias las explicaciones. Lo obvio puede volverse
extraordinario y un banco en el parque o en la plaza puede
transportar a otros universos y otros encuentros. Aprovecha el
tiempo, tu vida para aprender a estar juntos, aprende de los que ya
caminaron y en cada banco se alimentan de los rayos del sol o
refrescan con la sombra.
Feliz jueves de aprender a estar juntos.

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