Le tocaba ordenar su cuarto, de paso
también quería ordenar un poco sus pensamientos, sentimientos y
algunas palabras. Cada cosa en su sitio. Eso es fácil de decidir y
hacer. Lleva tiempo pero enseguida se ve el efecto de nuestro
esfuerzo. La dificultad aparece cuando uno quiere ordenar los
pensamientos, los sentimientos y las palabras. ¿Qué criterios usar?
¿Ordenar según qué? ¿Se puede separar los pensamientos de los
sentimientos y de las palabras o todos van juntos? Es que normalmente
los pensamientos vienen acompañados de los sentimientos y estos se
expresan con las palabras que pronunciamos. Tal vez sería bueno
tratar de revisar ¿qué pensamientos provocan qué sentimientos?
¿Qué palabras provocan sentimientos buenos, que curan y dan la paz
y qué palabras hieren y lastiman? Si las ubicamos y ordenamos un
poco, podemos evitar que unas se mezclen con otras y no salgan sin
ser pedidas. Que no hiramos queriendo curar, no alejemos queriendo
atraer, no rechacemos queriendo recibir. Aunque te ocupe algo de
tiempo es bueno ordenar un poco las cosas y establecer bien los
criterios.
Feliz martes de ordenar.

No hay comentarios:
Publicar un comentario