domingo, 25 de febrero de 2018

Palabras con fuerza

Entre tantas palabras que pronunciaba cada día había estas pequeñas que hacían la diferencia. Tenían en si un escondido poder de transformar las cosas. No eran mágicas porque ninguna de las cosas cambiaba en un instante. No era suficiente parpadear para ver los cambios. Se necesitaba algo de paciencia que tienen los agricultores, que arriesgan todo echando la semilla en la tierra y esperan los primeros brotes. Una palabra de ánimo bien sembraba muy pronto empieza a brotar. Lo que ayer parecía gris e inmóvil, hoy empieza tomar colores y ponerse en movimiento. Si se siembran con suficiente frecuencia, mantienen viva la alegría, la ilusión y la esperanza. No las desprecies, no pienses que son demasiado pequeñas o insignificantes. Tienen el poder para transformar el mundo. Su ausencia puede ser interpretada como indiferencia y esa siempre duele.

Feliz domingo de palabras pequeñas con fuerza.

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