domingo, 4 de febrero de 2018

Simplemente servir

No le gustaba esta palabra, le tenía sabor a tiempos pasados, donde había mucha desigualdad e injusticia. Había los que tenían mucho sin hacer prácticamente nada y había los que hacían todo sin tener casi nada. Los señores y los sirvientes, por eso huía del verbo servir, sin dar se cuenta que en él se cerraba el sentido de nuestra existencia, y de nuestra felicidad. El servir a alguien y servir para algo da sentido a nuestros esfuerzos diarios, nuestras pequeñas y grandes luchas cotidianas. El servir no iguala producir o hacer, no se trata de constante, imparable actividad. A veces se trata de servir de contacto, de enlace, de apoyo o refugio. Todo según las circunstancias y necesidades. Eso lógicamente significa involucrarse, no quedarse a la orilla. Gracias a que servimos a alguien y servimos para algo no nos sentimos sobrantes, ni desplazados. Lo que vivimos cobra sentido y da sabor a la vida. No tengas miedo a esta palabra y no la asocies a tiempos antiguos. Hoy más que nunca en los tiempos de aparatos y máquinas que hacen mucho por nosotros necesitamos de personas que nos sirvan. 

Feliz domingo de servir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario