Luz toda si
vida perseguía las sombras. Eran sombras de personas y sombras de felicidades. Para
Luz la sombra que daban otros era el punto de referencia. Nunca pensó, que algo
que ella tiene puede ser tan importante, tan valioso, como algo que tienen los
demás. Acostumbrada mirar al suelo, persiguiendo las sombras, se olvidó a mirar
la luz que las provoca. Luz ni se daba cuenta, que tenía su propia luz. Las sobras
dependen de la distancia y de la intensidad de la luz que tenemos. Busquemos la
fuente de nuestra propia luz y las sobras aparecerán solas, como nuestras
fieles compañeras del camino
Feliz
Jueves de buscar nuestras luces.
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