No pretendía
grandes cosas, solo un pequeño espacio para poder amar. Querría
amar, pero no con este amor de grandes palabras, canciones
románticas, lleno de flores, peluches y chocolates, sino con un amor
de miradas, palabras y silencios. Lleno de despertares sin angustia,
de estar juntos sin aburrirse, ni incomodar, de saber tener cosas
juntos y por separado. Lleno de pequeños gestos que no se devalúan,
ni negocian porque nunca son a cambio de... Ese amor que sabe
sentarse relajado y no huye de las preguntas, ni enreda las
respuestas. Aunque parece suave como si fuera hecho de terciopelo o
de pétalos de rosa, es capaz de enfrentar las tormentas, y servir de
impulso para levantarse y levantar todo, cuando la vida y sus sueños
y proyectos se están cayendo a pedazos. Uno de estos que a cada día
gris y ordinario sabe dar un toque extraordinario de mejor domingo o
de la mejor fiesta. Parece poco pero con facilidad se suma y se
multiplica. Dale espacio en tu vida a un amor así.
Feliz domingo
de amor sin grandes pretensiones.

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