El
mundo de Cynthia estaba por los dos lados de la puerta. A veces tenía
sensación, que eran dos mundos divididos por la puerta de la casa,
en realidad no era así. Ciertamente eran dos realidades diferentes,
que abarcaban espacios diferentes, no solo por su tamaño. Los
dos mundos tenían
muchas conexiones invisibles. Lo que aprendía en casa le daba las
herramientas necesarias para vivir fuera de ella. Una base, un
refugio donde se puede volver y planear el paso que sigue. Las buenas
experiencias aquí dentro le
permitían mirar con mejores ojos el mundo ahí fuera. Al mismo
tiempo las buenas experiencias vividas afuera enriquecían lo de
dentro. Busca unión de estos dos mundos que son un mundo en que
quepan muchos mundos como dicen los zapatistas de Chiapas.
Feliz
jueves de ampliar los mundos.

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