Desde hace bastante tiempo Luz cada día dejaba unos minutos
para no hacer nada. Lo hacía a escondidas, porque en la casa siempre
había tanto trabajo y antes de que terminara uno ya la llamaban a
otro. En esos pequeños momentos de aparentemente no hacer nada,
observaba cada detalle de la vida que le ha tocado vivir y del mundo
en el que le ha tocado vivir. Aunque todo parecía tan compacto y
acelerado, no era así por dentro. Ahí había muchas
interdependencias, causas y efectos. Mirándolo todo con atención,
empezaba entender de donde viene la frialdad, falta de muestras de
cariño, la constante prisa, el miedo. Entender ayuda a sufrir menos
y permite ayudar más. Date el lujo de mirar tu vida cada día. Te
darás cuenta de muchas cosas y ganaras tú y los que viven contigo.
Al ser consciente de algo ya empiezas el proceso de la
transformación.
Feliz sábado de pequeños momentos de “no hacer nada”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario