jueves, 8 de octubre de 2015

Pedir ayuda

Fue una persona muy comprometida, muy sensible y solidaria. La gente necesitada siempre podía contar con ella. Muy discreta y eficaz, con una capacidad de organización envidiable. Todos la admiraban por su generosidad, que parecía no tener límites. Solo que había un pequeño problema. Ella estaba al borde de agotamiento, sentía que todo se le iba de las manos. Aprendió a ayudar a tantas personas, lo que no aprendió es pedir ayuda, cuando ella la necesitaba. Se sentía mal con eso, como avergonzada. Pensaba, que nadie va a entender, que ella siempre tan fuerte y capaz, ahora pide ayuda. Parece que con el tema de pedir ayuda tenemos el mismo problema, que con el tema de descanso. Nos enseñan a trabajar, pero no nos enseñan a descansar, así nos enseñan a ayudar, pero no nos enseñan a pedir ayuda. Aprende a tiempo, es necesario, no eres todopoderoso/a. Facilitarás a otros a participar y evitarás tener una ancianidad arisca de un viejo gruñón.

Feliz jueves de aprender a pedir ayuda.

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