sábado, 18 de febrero de 2017

Complementar no solamente competir

No tenía razón, bueno tal vez lo tenía un poco, pero le costaba reconocer sus propias faltas y sus precipitadas afirmaciones. En una conversación huía de los silencios. Estos quemaban sus oídos y el sillón en que solía sentarse siempre de repente se volvía muy incomodo. Parecía que en cada conversación medía sus fuerzas, que esperaba, ganar, convencer y no simplemente conocer otras opiniones, descubrir que existen otros puntos de vista que nos pueden enriquecer. Mirando las cosas así coda error, reconocimiento de alguna equivocación rayaba a una derrota, fracaso y humillación. Demasiado nos empeñamos en competir. Nuestra educación está enfocada en la competición, la imparable carrera de ocupar el primer puesto. Tal vez lo que nos hace falta en esta vida es en vez de competir aprender de complementarnos. Nuestra riqueza está en nuestras diferencias, en la variedad de dones y miradas. Aprovechémoslas complementándonos, armonizando.

Feliz sábado de complementación.

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