El lunes estaba golpeando suavecito a la puerta de su
sueño. Venía acompañado de los otros días de una nueva semana que
estaba por comenzar. Cada día llevaba en si semillas de diferentes
sentimientos que ya estaban germinando. De la bienvenida dada a lunes
dependía toda la semana. Si recibes bien a un miembro de la familia
recibes bien a toda la familia. A veces nos cuesta recibir lo nuevo
porque demasiado nos pesa lo viejo. Nos detiene impidiendo la
recepción de lo nuevo con todas sus oportunidades y desafíos. Abre
aunque sea ligeramente la puerta para que entre la nueva semana y
ocupe el lugar que le corresponda. Solo en ella puedes hacer cosas
nuevas y mejores. En la que pasó ya no puedes hacer nada más que
recordar y analizar los pormenores de lo que había pasado.
Feliz lunes de lo nuevo que viene.

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