jueves, 16 de febrero de 2017

El amor dado

Decía que eso ya era demasiado, que con todo no va a poder. Luego se calmaba acomodaba bien las cosas en su corazón y encontraba un espacio para que lo pueda ocupar este nuevo amor. No hablaba mucho sobre eso con sus amigas porque la iban a sospechar de promiscuidad y las peores infidelidades, usando los peores calificativos que se le clavaban por la piel. Amaba mucho y amaba intensamente. No se trataba de relaciones turbias sino de amores transparentes de la personas animales y de toda la naturaleza que tenía a su alrededor. Lo que amaba lo trataba de cuidar, y nunca faltaba esta sorpresa con la que se topaba en su camino cuando el corazón ya parecía estar lleno. No podía resistirse a dar el cariño al que lo necesita, desde una mascota perdida, abandonada o herida, a una planta seca, doblada y torcida, a una persona vulnerable, desorientada y con frecuencia perdida en el camino de la vida. Daba lo mismo que deseaba recibir. Su vida avalaba su derecho de reclamar, y su reclamo no tardaba de ser atendido, por amar fue amada.

Feliz jueves de amor dado.

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