martes, 28 de febrero de 2017

Nada



Tantas veces cuando el silencio se colgaba entre ellos y él preguntaba a ella “¿qué piensas? Ella contestaba “nada”. En ese nada había todo. Un universo entero cabía en el “nada” antes de su creación y no importa como uno se la imagine a que teoría se apegue. Antes de todo lo que había era “nada” y cuando todo se pierde lo que nos queda es “nada”. Así que no desprecies a la nada porque está en el inicio y final de las cosas. A veces asusta, desanima, pero al mismo tiempo, ocupa preocupa y ocupa. No lo menosprecies y cuando lo recibas como respuesta, trata de descubrirlo y entender la amplitud de su alcance y significado. Recuerda que para comunicarse bien con otras personas es bueno conocer contenido de tu “nada” y del de los que se relacionan contigo. 

Feliz martes de “nada”.

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