La sombra no era muy grande
y el sol muy fuerte por eso tenían que sentarse cerca. La cercanía
facilitaba la comunicación obligaba a pedir ayuda de otros porque el
poco espacio del que disponían limitaba su movilidad. Eran las
palabras las que ayudaban a trasladar los objetos que facilitaban
otros cuando se les comunicaba lo que uno necesita. Una pequeña
sombra en un día soleado puede hacer encontrase a las personas que
pasan por la vida sin tratarse ni compartir, permitiendo que
descubramos la riqueza que nos rodea, en vidas, sabidurías y
experiencias. Aprovecha estos días de sol para en una pequeña
sombra descubrir qué grande es el mundo en que vivimos y cuantas
maravillosas personas tenemos a nuestro alrededor.
Feliz viernes en la sombra.

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